Josep Maria Monferrer i Celades, escolapio y educador, pretender colaborar siempre en la liberación de las personas, procurando que actúen y participen en los procesos de su formación personal y de la transformación social.
De joven entró en contacto con la comunidad escolapia del Camp de la bota, lo cual le ayudó a ir definiendo su proyecto educativo. Cunando, a mediados de los años setenta, se creó el barrio de La Mina, se fue a vivir y trabajar allí, donde fue director de una de las escuelas, y ejerció de maestro hasta que se jubiló.
Pero la jubilación laboral no ha detenido su compromiso. Sigue trabajando en diversos proyectos sociales del barrio. Uno de sus proyectos educativos ha sido la creación del Archivo Histórico de La Mina y del Campo de la bota, del que es presidente.
Este archivo, gracias una vez más a la participación directa de muchos vecinos y vecinas, cuenta con un fondo documental importante que permite que su historia no sea tan fácilmente olvidada.

A mucha gente, cuando oye hablar del Campo de la Bota, le vienen a la mente imágenes de suciedad y marginación, y ciertamente, no son imágenes del todo irreales. Pero se trata solo de una cara de la moneda.
Si leemos la historia, tanto la global como la local, solo desde la centralidad de la sociedad acomodada y del poder, no la entenderemos nunca del todo.
Este libro es un intento de contar la historia de un barrio tan importante y simbólico como lo fue el Campo de la bota desde dentro mismo, desde su periferia. Así es como su espacio y su historia aportan nueva luz a lo que ya sabíamos. Y, sobre todo, reflejan la lucha por la dignidad que miles de personas llevaron a cabo para poder salir del agujero en el que el franquismo los había metido.

San Adrià de Besòs tiene una larga historia como lugar de paso entra Barcelona y Badalona, las dos antiguas ciudades de la zona, y siempre ha sido un espacio disputado por las grandes fuerzas que la envuelven. En cambio, su historia como ciudad es relativamente corta.
La zona del Plà de Besòs, más conocida como zona de La Mina o Font de la Mina, casi siempre ha sido una zona “al margen” (por no decir marginal) dentro de estas historias y conflictos.
En las diferentes publicaciones que se han hecho sobre la historia de Sant Adrià, La mina ha estado poco presente. Como mucho, aparece “anecdóticamente” y, desdichadamente, se presenta más como una “zona conflictiva” que como ninguna otra cosa.
Este libro quiere aportar una lectura de la historia de Sant Adrià leída desde La Mina, una zona convertida en “periferia de do ciudades en permanente conflicto”. Un territorio al cual nunca se ha tenido mucha estimación, fuera de convertirlo en el rincón de malendreços, y en que se ha condenado a mucha gente al gueto y a la marginación social.

Si en el primer libro de la trilogía sobre la historia del barrio de La Mina vamos poder conocer La Mina rural tanto en su dimensión humana como en la de la lucha política de Barcelona para apoderarse del margen derecho del rio Besòs, en este segundo volumen, el autor nos muestra ya la creación del barrio de La Mina.
Se trata de un “polígono de absorción” – sometido primero a los intereses franquistas y después a una ambigua transición política-, que va acabar siendo paradigma del barraquismo vertical y de barrio gueto. Su estigma de marginación social todavía está vivo.
El libro ofrece un recorrido por la memoria histórica de los treinta primeros años del barrio. Pero el que resulta más interesante son las continuas claves de interpretación que el autor nos facilita para entender la lucha por la dignidad de la gente, así como las malas políticas, los intereses partidistas y también la corrupción, que acaban enterrando las redes sociales reivindicativas y las esperanzas de los vecinos.
La Mina es un barrio que ha acabado generando un microcosmos muy complejo y opaco. No conocer ni tener en cuenta estas claves dificulta mucho su comprensión y su transformación.